El 8
de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, también llamado Día
Internacional de la Mujer, reivindica y visibiliza la lucha de las mujeres por
sus derechos, participación y reconocimiento, en pie de igualdad con los
hombres, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
Tras
dos años de pandemia del COVID-19 se ha puesto de relevancia la precariedad
estructural de nuestro sistema tras años de políticas neoliberales. Estamos
ante una situación de crisis social y económica y las respuestas articuladas no
han incorporado como debieran la perspectiva de género por lo que se han
acentuado las desigualdades que viven las mujeres. La reconstrucción de lo
público que sufre déficits estructurales previos ha quedado en un segundo plano
en la recuperación por lo que debemos aprovechar los fondos europeos y
estatales para garantizar un sistema público que reduzca la precariedad, la
falta de derechos y las desigualdades que vivimos las mujeres en nuestra
diversidad.
Según el Informe “las desigualdades matan” de Oxfam: Las mujeres, que han sufrido las peores
consecuencias económicas de la pandemia, han perdido colectivamente 800 000 millones de dólares en ingresos en 2020.Mientras el empleo masculino se recupera rápidamente, las previsiones indican que, en 2021, hay 13 millones menos de mujeres empleadas que en 2019; en América Latina, por ejemplo, la tasa de ocupación de las mujeres se ha reducido en un 9,4 %. Es posible que más de 20 millones de niñas no vuelvan a retomar su educación; mientras, las mujeres y las niñas han asumido el considerable aumento del volumen de trabajo de cuidados no remunerado que, según las estimaciones, ya ascendía a 12 500 horas diarias antes de la pandemia. Las trabajadoras del sector informal se encuentran entre las más afectadas a nivel económico, y se enfrentan a una “triple crisis”: la COVID-19, el incremento del trabajo de cuidados no remunerado, y la inseguridad y precariedad del trabajo remunerado. Todo ello contribuye a sumirlas aún más en la pobreza. Por ello es imprescindible abordar el debate sobre los cuidados, cuya actual organización supone un lastre para el desarrollo vital de las mujeres, lo que se ha llamado el suelo pegajoso. Las mujeres se ven forzadas a asumir un volumen enorme de trabajo de cuidados no remunerados lo que las mantiene atrapadas en la parte más baja de la pirámide económica y supone una de las causas directas de la brecha salarial. Especialmente afectadas están las familias monoparentales, de las que ocho de cada diez tienen a una mujer al frente y repercute en las pensionesEl
Plan Corresponsables impulsado desde el gobierno estatal posibilita fondos para
implementar un sistema público de cuidados que responda a las necesidades de
las personas y dignifique dicho trabajo. Es responsabilidad de las
administraciones implementarlo para que así sea. Pero también debemos revisar
los modelos residenciales y de atención a la dependencia, respaldados por el
Plan de Choque de la dependencia, para garantizar cuidados de calidad en base a
empleos de cuidados dignos que mayoritariamente llevan a cabo mujeres en
condiciones precarias.
Debemos
incidir en la responsabilidad de las empresas para reducir las brechas ya que
el empleo y las responsabilidades de cuidado forman parte del trabajo por lo
que son vasos comunicantes y lo que dedicas a uno no lo puedes dedicar a otro
con las consiguientes consecuencias. La obligatoriedad de los planes de
igualdad que se hace efectivo este 7 de marzo para todas las empresas de más de
50 trabajadores, debe suponer una herramienta que realmente posibilite medidas
desde la premisa de la vinculación entre los sistemas productivo y reproductivo
para que el primero deje de aprovecharse del trabajo ejercido por el otro y se
integren en un único sistema de trabajo.
Así
como integrar en esta perspectiva, los trabajos más precarizados y a la vez de
los más esenciales, como el trabajo doméstico y de cuidados o la recogida de la
fruta, ejercidos por mujeres migrantes mayoritariamente, en una suerte de
mercado laboral secundario donde sufren negación de derechos, abusos laborales
y situaciones de violencia machista que tienen que dejar de ser invisibilizadas
y atajadas de raíz.
El
Plan España te protege con la creación de centros de atención 24 horas a víctimas
de violencia sexual debe ser una herramienta que posibilite la atención
integral y articular mecanismos de coordinación en el territorio que facilite
su acceso. Acciones que se deben de acompañar de una educación afectivo-sexual
desde la igualdad y la diversidad sexual, identidad y/o expresión de género y
que eduque a los hombres en una masculinidad no violenta.
Este
8M el movimiento feminista trabaja para ocupar el espacio público de otra
manera, visibilizar los efectos de la pandemia sobre la vida de las mujeres e
incidir en la transformación del sistema que posibilite corregir las
desigualdades que genera.
La
pandemia nos ha vuelto a relegar a las mujeres al hogar, desplazándonos del
espacio público. No podemos permitir retroceder en la relevancia de que la perspectiva
de género impregne la reconstrucción social y que el teletrabajo no suponga
hacernos desaparecer del espacio público y la toma de decisiones. Seguimos
siendo invisibles en la historia por lo que seguiremos potenciando todas las
actuaciones que recuperen nuestra memoria histórica y sirvan de referentes a
las mujeres actuales y futuras.
Este
año debería abordarse la reforma de la ley del aborto que corrija las
deficiencias actuales y nos proteja de las situaciones de acoso que se llevan a
cabo actualmente.
Por
éstas y muchas más razones es necesario que este Ayuntamiento se comprometa con
potenciar e implantar la perspectiva de género en las actuaciones que
desarrolla y evitar que esta crisis aumente las desigualdades y las
discriminaciones para lo que es necesario cambiar los modelos patriarcales y
capitalistas por modelos de igualdad, justicia, paridad, libertad, diversidad y
democracia.
Hoy,
el feminismo sigue siendo imprescindible para revertir la desigualdad, luchar
contra la intolerancia y el odio y transformar la sociedad.
Por
todo ello, el grupo municipal de Izquierda Unida-Podemos proponer al Pleno la
adopción del siguiente
ACUERDO
·
Apoyar las acciones que se desarrollen en la
reivindicación del 8M facilitando con todos los medios materiales, personales y
de difusión el cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias de los actos
que convoquen las asociaciones de mujeres el 8 de marzo.
·
Enarbolar la bandera feminista en el
Ayuntamiento como símbolo de apoyo a la lucha de las mujeres
·
Impulsar el debate social de los cuidados,
dentro de las propias competencias, que posibilite el cambio de modelo actual
que genera desigualdad y precariedad
·
Incorporar cláusulas sociales de género en
los contratos públicos que impulsen la implantación de medidas que reduzcan las
brechas laborales por parte de las empresas.
·
Eliminar la publicidad discriminatoria o
denigrante de las mujeres, bien desde los soportes, publicaciones o transportes
públicos (marquesinas, autobuses taxis, guías, o información turística,) bien
no contratando con medios privados que la mantengan o potencien.
·
Que las medidas/propuestas sean asumidas
desde la dotación suficiente para ser llevadas a cabo.
·
Dar continuidad a las programaciones de
concienciación y sensibilización en materia de igualdad más allá del 08 de marzo y 25 de noviembre
No hay comentarios:
Publicar un comentario