Para
resolver sus problemas necesita absorber la energía de los demás, utilizando a
las personas que le rodean como un medio para el logro de sus fines
compulsivos. Asimismo, trata de mostrar de forma exagerada y permanente las
cualidades que posee, o cree poseer, en su búsqueda eterna de reconocimiento y
de mejorar su autoestima.
Nerón
es el prototipo de líder neurótico y actualmente podemos encontrar personas en
las organizaciones que practican un liderazgo que podemos denominar Neroniano
y, desde luego, Neurótico.
Cuando
una organización está liderada por alguien con este tipo de personalidad, ésta
se ve afectada muy negativamente ya que
este tipo de jefe tóxico es autoritario, subestima a los que están bajo su
mando, tiende a ofender y a levantar la voz. Intimida, amenaza y humilla
delante de los demás. Suele reaccionar con agresividad verbal, amenazas o
lenguaje corporal agresivo, y suele confundir la responsabilidad con el
autoritarismo, exigiendo obediencia en vez del respeto de su equipo.
Alteran
la organización hasta el extremo que se genera una tendencia informal a querer librarse de ese tipo de líder, tal y
como ocurrió con Nerón.
El
ambiente laboral se vuelve insostenible para la mayoría de quienes trabajan con
él o ella. Trabajar con una persona de estas características puede resultar muy
difícil y afectar a la salud mental de quienes lo sufren.
Para
evitarlo, os ofrecemos una serie de consejos para quienes tienen que soportar
continuamente esta situación, esperando que les puedan resultar útiles.
1) Analiza la situación.
¿Eres la única persona con quien el jefe neurótico se porta mal o también lo
hace con otros colegas? ¿Qué opinan tus compañeros al respecto? Analiza con
quién y en qué momentos el neurótico reacciona negativamente y estudia tu
propia situación.
2) Fortalece tu mente y espíritu.
Cuando te hace sentir mal, no pienses que eres culpable de la situación. Es
necesario que te rodees de personas que te recuerden lo que vales y que te
apoyen. Acércate a tus colegas, familia y amigos fuera del trabajo para
expresar tus sentimientos. Recuérdate constantemente tus logros y éxitos, y
trabaja con personas que aprecian tu trabajo. Intenta controlar tus emociones
negativas, así reforzaras tu autoestima.
3) Documenta las pruebas.
Recoge todas las pruebas posibles: correos, circulares, notas, órdenes de
trabajo, cambios de puestos o de funciones… Procura tener testigos cuando
preveas que puede producirse una situación conflictiva. Cuando suceda un
incidente negativo, anótalo con fecha, hora y una explicación de lo que sucedió
narrando los hechos como si fueras un espectador, así podrás analizar en qué
podías haber mejorado tu respuesta.
4) Recibe ayuda psicológica:
Ante un acoso laboral es fundamental recibir ayuda psicológica cuanto antes
porque te ayudará a manejar la situación utilizando determinadas técnicas
dirigidas a fortalecer tu autoestima, controlar la ansiedad y manejar
situaciones sociales. Ayudado por una persona experta podrás conseguir que no
te minen psicológicamente.
5) Afronta las relaciones en el trabajo
de manera asertiva. Aprende a decir “No” sin sentirte culpable.
No reacciones frontalmente a los ataques. Ante un posible ataque piensa que no
vas a defenderte, sino a respetarte. Evita explosiones de ira o resentimiento
porque puede que favorezca a la persona abusadora.
6) Utiliza técnicas para combatir la
ansiedad: El acoso laboral puede generar ansiedad y para luchar
contra ella es muy positivo hacer deporte y aprender técnicas de relajación, o
meditación.
7) En caso de que la situación sea
insostenible, debes acudir al médico de cabecera,
informándole de estos hechos y si la situación lo requiere, solicitando la baja
médica. Tanto el médico de cabecera como el especialista pueden elaborar un
informe en el cual se detalle el estado del trabajador. Estos informes médicos
y psicológicos formarán parte del conjunto de pruebas que pueden ir en tu
favor.
Independientemente de los efectos negativos que este tipo de liderazgo genera en el ámbito de influencia más próximo, las decisiones del neurótico, si son para un pueblo, afectan a todos sus habitantes, quedando el pueblo arrasado, como ocurrió con Nerón y Roma, a no ser que seamos capaces de librarnos antes de esa persona.
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