El 30 de diciembre de 2023, se aprobó por el equipo de gobierno PP/VOX la nueva ordenanza de residuos urbanos.
La aprobación de
dicha ordenanza supuso un aumento del 373% en la tasa de basuras.
En el mes de enero la
alcaldesa buzoneo todo el municipio, y para su mayor gloria y autobombo, una
carta donde anunciaba una serie de medidas:
1)
Estudio de fórmulas legales para
compensar económicamente la diferencia entre el servicio prestado actual y que viene
a costar unos 400.000 euros y el presupuestado por los ingresos de
la tasa de cerca de un millón de euros
2)
Modificación de la ordenanza para
que, en el año 2025, se equilibre la tasa con el coste real del nuevo contrato,
recientemente
adjudicado.
Ya sabemos, Sra.
Barderas, que el papel lo aguanta todo, o casi todo. Pero otra cosa son los
hechos.
¿Han encontrado ya
las fórmulas legales?
¿Van a devolver la
diferencia de oficio o van a obligar a la ciudadanía a reclamar?
¿Van finalmente a
presentar una nueva ordenanza que entre en vigor en el año 2025?
Sra. Barderas: ¿Sabe
usted que, si esa supuesta nueva ordenanza no está aprobada por el Pleno y
publicada en el BOCM antes del 31 de diciembre de 2024, ésta no puede entrar en
vigor?
¿Entre evento y
evento han tenido tiempo para trabajar en la nueva ordenanza como usted
prometió?
¿Cumplirá la palabra
dada a la ciudadanía o será una más de sus mentiras?
Mientras tanto,
seguiremos esperando con ansiedad (y alguna esperanza) a que llegue finales de
diciembre y que se resuelva el enigma. Trabajen, que todavía se puede.
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